Nur al-Din y la unidad árabe durante las Cruzadas

De forma habitual nunca se trata el tema las cruzadas como una lucha entre dos pueblos, sino que se suele hacer crítica, en muchas ocasiones, en base a una perspectiva europeísta. En consecuencia, no se tiene en cuenta los acontecimientos desarrollados en el otro bando. Sin duda alguna hay muchos gobernantes y líderes que merecen su nombre en la Historia. No obstante, hay un personaje que se debe dotar de especial relevancia: Nur al-Din.

Introducción: las cruzadas

Las cruzadas fueron expediciones militares que sucedieron en la Edad Media entre el siglo XI y el siglo XIII en Próximo Oriente. Tenían el supuesto objetivo de recuperar tierra santa, pero que en la práctica se convirtió en campañas para obtener tierras, influencias y riquezas.

Al inicio de las cruzadas, durante más de medio siglo, los gobernantes árabes continuaron con sus conflictos internos, provocando que los occidentales se adentrasen de forma sencilla en sus territorios, creando fortalezas a modo de puestos militares y conquistando ciudades importantes tanto para el ámbito religioso como político (Edesa, Antioquía, Nicea, Jerusalén etc.).

¿Quién fue Nur al-Din?

El origen de Nur al-Din

Nur al-Din nació en Mosul en el 1118 d.C. Su padre Zengi fue un gobernador que enterró la semilla del contrataque del Islam frente a los invasores. Gobernó en Basra, Mosul y Alepo, y tenía el objetivo de crear un reinado en el que estuvieran integrados Siria y Palestina.

 Además, logró vencer a los cristianos en numerosas ocasiones, siendo la más relevante la victoria en el sitio de Edesa (1144 d.C). A su muerte, el poder que estableció se desvanece, pero entra en escena política Nur al-Din.

Los valores de Nur al-Din

Este gobernante se caracteriza por haber heredado la talla política de su padre, pero destaca sobre todo por sus numerosas virtudes, que va a utilizar como arma política. Alrededor de ellas va a generar un auténtico aparato propagandístico cuyo efecto va a ser el agrado social del mundo árabe. Los principios que defiende son claros: una sola religión (Islam sunní), un solo Estado, y un solo objetivo, reconquistar los territorios perdidos.

El gobierno de Nur al-Din (1146-1174)

Pérdida y recuperación de Edesa

Nada más llegar al poder, Nur al-Din logra imponerse a sus adversarios en Alepo. Pero a su llegada en 1146 le informan de que Edesa ha sido otra vez tomada por los europeos. Su pérdida supondría replantearse el futuro de la dinastía, ya que Edesa es el símbolo de la gloria de su padre. Por lo tanto, cabalga rápidamente hacia allí, sin darles tiempo a los invasores de reordenar las defensas. Reconquista la ciudad, ganando de esta forma gran prestigio.

El sitio de Damasco

Destaca también su intervención en el sitio de Damasco, ciudad que estaba siendo atacada por reyes occidentales, por lo que los damascenos escribieron a los príncipes de la región pidiendo de refuerzos. Así se encuentra en un enfrentamiento contra el poderoso ejército de los occidentales, saliendo vencedor junto al resto de gobernantes árabes. De esta forma, logra destruir el ejército de uno de los reyes más poderosos del momento, Raimundo de Antioquía, y gana fama en Damasco.

Segundas Cruzadas

Figura 1. El Levante de Oriente alrededor del año 1140. Fuente: The Historical Atlas, de William R. Shepherd.

La conquista de Damasco en 1154

Un año después de la victoria, toma Antioquía en 1149 d.C, y muere el rey de Damasco Muin Al-Din, por lo que empieza un modo de conquista muy sutil por parte de Nur al-Din, que no la tomará por las armas, sino por la seducción. Su estrategia consistía en obtener la gracia de los habitantes de Damasco, ayudando a los pobladores de tierras cercanas y creando una red de contactos en el interior de la ciudad. Además, muchos militares se vieron descontentos por los contactos de los dirigentes damascenos con los cruzados.

Tras un año de guerra de inteligencia, Nur al-Din tomó en 1154 la ciudad. Lo hizo sin derramamiento de sangre y con la aceptación de los ciudadanos y militares, que no se resistieron.

Nur al-Din había unido políticamente los emiratos zengid de Alepo y Damasco. Estaba en 1154 en el momento cumbre de su gobierno.

Reveses internos

Por lastima para Nur al-Din, un terremoto asola Siria, siendo numerosas las ciudades afectadas. Se produjeron muchas razzias internas para obtener botín. Como consecuencia, no va a poder orientar su lucha contra los occidentales y deberá empezar una campaña para reorganizar la zona.

Durante este tiempo, las regiones tomadas por los cruzados se fortalecen, haciendo imposible atacarlas; pero el bando contrario tampoco podía mover ficha, pues la fuerza de Nur al-Din en Siria era extraordinaria. En consecuencia, Nur al-Din reorienta sus objetivos hacia otras tierras: Egipto.

La vista puesta en Egipto

Este cambio tan repentino se debe a que Shawar (nuevo gobernador de Egipto) es derrocado por uno de sus lugartenientes, Dirgham. Entonces, Shawar escapó a Siria en busca de ayuda, explicando que le devolvería el favor con grandes beneficios y colocando a Egipto bajo la soberanía del señor de Alepo y de Damasco,aunque en un principio no logró el favor del gobernante. Aquí va a jugar un papel fundamental Shirkuh, hombre de confianza de Nur al-Din y tío del famoso Saladino, que logra convencer al sultán, quien envía refuerzos al mando de Shirkuh.

Una vez cumplida la misión, Shawar no cumple sus promesas y se alía con los occidentales para rechazar a los ejércitos de Siria. Sin embargo, los frany le traicionan, por lo que tiene que socorrerle Shirkuh. Una vez expulsada la amenaza occidental y derrocado Shawar, Egipto ya pertenece al sultán Nur al-Din, que va a nombrar visir a Shirkuh.

Nur al- Din

Figura 2. Nur al- Din. Autor: anónimo. Fuente: The British Library

La muerte de Nur al-Din

Su sucesor será Saladino, que bajo órdenes de Nur al-Din abolió el califato fatimita (cuya vertiente es chiita).Nur al-Din tendrá numerosas discrepancias con Saladino, lo que le llevara una contienda para quitarle el poder en Egipto. Sin embargo, no tuvo tiempo a llevarla a la práctica pues el 15 de mayo de 1174, muere fruto de una enfermedad. Y al poco tiempo, el territorio que logró dominar se fragmenta entre emires, visires y sus descendientes.

Conclusión

Y esta fue la vida y los logros de Nur al-Din, el personaje que consiguió unir al mundo islámico de Oriente Medio bajo un solo estado y una sola doctrina Islámica. Un hombre cuya inteligencia le sirvió más que las armas para lograr sus objetivos. Piadoso y gentil con sus allegados pero riguroso en materia religiosa.

Normalmente hablamos de Alejandro Magno, Julio César o grandes imperios como el británico o el español, pero no debemos olvidar que más allá del continente europeo hay regiones que también gozaron de gran esplendor, y saber valorarlos aunque hayan supuesto un capítulo negro para la historia europea.

Quizá de esta forma logremos romper límites y lograr acercarnos más a los países que se consideran “menos desarrollados”, hablando con ellos y dándonos cuenta de que simplemente ellos tuvieron una historia diferente a la nuestra.

Bibliografía

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Por otra parte, si quieres conocer artículos sobre libros de historia, puedes pasarte por la BIBLIOTECA.

ALBARRÁN, J. 2014. “El renacimiento del ŷihād desde la conquista cruzada de Jerusalén hasta la muerte de Nūr Ad-Dīn”. En Vínculos de historia, nº3, pp. 199-218

ENCYCLOPAEDIA BRITANNICA. Zangi. Disponible en <https://www.britannica.com/biography/Zangi-Iraqi-ruler>

MAALOUF, A. 2012. Las cruzadas vistas por los árabes. Alianza. Madrid

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Daniel Jesús del Río Cerpa

Daniel Jesús es estudiante de Arqueología y de Administración de Empresas. Es autor invitado de la revista digital de historia La Crisis de la Historia. También colabora en otras webs como el blog de Hispania Nostra.

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