Las civilizaciones fueron antes que los dioses moralizantes

Un estudio publicado el 20 de marzo de 2019 en la revista Nature contradice la teoría de que las deidades moralizantes fueron una condición indispensable para la evolución de sociedades complejas. Es decir, las civilizaciones fueron antes que los dioses moralizantes y castigadores. El trabajo ha sido posible gracias al análisis de grandes cantidades de datos antropológicos.

Resumen del estudio

¿Para qué sirve un dios? La función de las religiones ha fascinado a los antropólogos durante décadas. Hasta ahora, muchos investigadores pensaban que estos dioses omniscientes permitieron la evolución de sociedades complejas en el Neolítico y en las Edades de los Metales. Un ejemplo de evolución de las sociedades lo puedes ver en el artículo de el Neolítico en el Próximo Oriente.

Hasta ahora muchos investigadores pensaban que los dioses moralizantes fueron antes que las civilizaciones. Esto se debió a que los dioses forzaban la convivencia mediante la constante amenaza de castigos sobrenaturales. Pero un artículo publicado el 20 de marzo de 2019 en la revista Nature contradice esta hipótesis.  Los dioses moralizantes no fueron un prerrequisito necesario para el nacimiento de la civilización. En definitiva, las civilizaciones fueron antes que los dioses moralizantes.

Conclusiones del estudio según su coautor

“La creencia en dioses moralizantes fue una consecuencia, y no una causa, de la expansión de las sociedades humanas”. Esto contestó a la Agencia Sinc el investigador de la Universidad de Oxford y coautor del estudio, Patrick Savage. “Esto contradice un buen número de teorías sobre la evolución humana”, según Savage. Porque según los resultados del estudio estas deidades supremas “no pudieron ser responsables” de la evolución de megasociedades.

¿Cómo se realizó el estudio?

Para saber si fue antes dios o la civilización y establecer una relación de causalidad entre ambos los investigadores analizaron 414 sociedades repartidas por 30 regiones alrededor del mundo en los últimos 10.000 años gracias a la base de datos Seshat. Las religiones de los antiguos egipcios, romanos y celtas, así como el budismo y el judaísmo, son algunas de las creencias estudiadas.

civlizaciones fueron antes que los dioses moralizantes

Figura 1. Ubicaciones de las 30 regiones etiquetadas de acuerdo con la evidencia precolonial de dioses moralizantes. Fuente: Agencia Sinc

Los investigadores añadieron a este big data antropológico 51 medidas de complejidad social. Por ejemplo, la existencia de calendario, escritura, filosofía, moneda, legislación e infraestructuras. También miraron la aplicación sobrenatural de normas morales en estas religiones, ya fuera en la forma de dioses moralizantes como el abrahámico o de conceptos más generales como el karma budista.

La importancia de la Inteligencia Artificial en los estudios de historia

“El big data puede revolucionar el estudio de la historia humana”, dice Savage. El investigador pretende utilizar la base de datos Seshat, una colaboración entre antropólogos, arqueólogos y matemáticos, para “poner a prueba otras teorías sobre la evolución humana”. Por ejemplo, “los sacrificios, la agricultura y las guerras”.

Hipótesis tradicional: dioses antes que civilizaciones

El análisis confirmó la relación entre dioses y complejidad social, pero no de la manera en la que los investigadores esperaban. “Algunos autores han defendido que estas deidades fueron necesarias en un primer lugar para facilitar la cooperación entre extraños”, comenta el investigador de la Universidad de Oxford y coautor del estudio, Harvey Whitehouse.

Esto, aparentemente, tiene sentido. En sociedades pequeñas, donde todos los individuos se conocen, es más difícil llevar a cabo comportamientos antisociales sin ser pillado y castigado. Estas represalias pueden ir desde la violencia física al daño en la reputación y el ostracismo. El panorama cambió conforme los grupos humanos crecieron en número. Rodeado de extraños, un transgresor lo tendría más fácil para salir indemne. Estaba amparado por el anonimato.

“Para que la cooperación fuera posible en estas condiciones era necesario algún sistema de vigilancia”, explica Whitehouse. Los dioses moralizantes hicieron pensar a los habitantes de estas megasociedades que “estaban bajo el control de un ojo en el cielo”. Esto no solo habría hecho que los ciudadanos se lo pensaran dos veces antes de engañar a un desconocido, sino que habría aumentado la confianza para el comercio.

“Si piensas que creo en una deidad moralizante omnisciente, es más probable que hagas negocios conmigo aunque no conozcas mi carácter o historial”, dice Whitehouse. Es más, el mero hecho de llevar una insignia religiosa “habría ayudado a las personas ambiciosas a prosperar y ganar popularidad conforme las sociedades aumentaron su tamaño y complejidad”.

civilizaciones y dioses moralizantes

Figura 2. Complejidad social a lo largo del tiempo antes y después de la aparición de dioses moralizantes. Las bandas verticales representan el período en el que aparecieron por primera vez los dioses moralizadores y los rituales doctrinales. Fuente: Agencia Sinc

Las civilizaciones fueron antes que los dioses moralizantes

Según el estudio publicado en Nature, las cosas no fueron exactamente así. Los dioses moralizantes no fueron un prerrequisito para el surgimiento de sociedades complejas, sino una consecuencia de las mismas.

Lo que se ha visto gracias a la Inteligencia Artifical es que los dioses moralizantes “solo aparecieron tras un fuerte aumento inicial en la complejidad social, una vez que la población alcanzaba el millón de habitantes”, asegura Whitehouse. Whitehouse plantea que, llegados a ese punto, la sociedad era tan grande que se volvía “vulnerable” a “tensiones internas y conflictos”.

Sin embargo, aunque los resultados impliquen que estas deidades no dieron a luz a las civilizaciones, sí fueron una herramienta que les permitió “continuar prosperando” a pesar de estos roces. Durante las etapas más avanzadas “forzaron” la cooperación mediante el miedo a ofender a un poder superior.

Los investigadores sí que detectaron un ingrediente que, según Whitehouse, “pudo ayudar” durante las etapas iniciales a potenciar la cooperación: los rituales colectivos. “Se estandarizaron a través de su repetición diaria o semanal, y aparecen mil años antes que los dioses moralizantes”, comenta.

En opinión del antropólogo, estos nuevos tipos de rituales, que implicaban “actuaciones frecuentes ejecutadas por una jerarquía religiosa”, surgieron durante los primeros pasos de las megasociedades. Asegura que “unieron a grandes grupos de gente por primera vez” y dieron paso, con el tiempo, a la aparición de las religiones moralizantes. En lo que al culto se refiere, al principio era más importante el cómo que el quién.

En definitiva, aunque las civilizaciones fueron antes que los dioses moralizantes, estos fueron posteriormente un elemento de cohesión social.

Conclusión

Este es un estudio fundamental para la comprensión de la Prehistoria y del inicio de las sociedades complejas. Dediqué un número completo en esta revista digital de historia al Neolítico. En esta revista hablé de las religiones del Neolítico y de su sociedad. Por ello este estudio me parece fascinante e importante. ¿Por qué? Porque nos permite avanzar más en conocer la historia de las sociedades de la prehistoria.

Por otro lado, también remarcar la importancia del big data y de la Inteligencia Artificial en los estudios de historia. Cada vez será más importante. En el futuro será otra herramienta más del historiador. Como antaño fueron los libros y la arqueología, en el futuro próximo (y en el presente) serán la inteligencia artificial, los estudios genéticos y otros estudios de vanguardia.

Bibliografía

Artículo escrito a partir del artículo, con Licencia Creative Commons, de la Agencia Sinc https://www.agenciasinc.es/Noticias/Que-fueron-antes-los-dioses-castigadores-o-las-civilizaciones-El-big-data-responde

Savege. P, Whitehouse, H et al. 2019. Complex societies precede moralizing gods throughout world history. Nature.

Y si te quedas con ganas de leer más, pásate por la BIBLIOTECA.

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Jose Palanca

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