La Grande Jacquerie. La gran revuelta campesina de 1358.

La Grande Jacquerie, aunque a veces se le llama simplemente Jacquerie, fue una revuelta campesina que tuvo lugar en el norte de Francia en el año 1358. La revuelta tuvo lugar en la Edad Media de Francia, cuando por entonces allí se estaba desarrollando la Guerra de los Cien Años en la que Francia luchaba contra Inglaterra. Esta revuelta tuvo tal importancia que a partir de entonces el término Jacquerie se emplea en Francia para cualquier revuelta campesina.

Resumen de la Grande Jacquerie

¿Qué fue la Grande Jacquerie? Fue una revuelta campesina contra la nobleza que duró dos semanas y que tuvo episodios de gran violencia.

¿Cuándo ocurrió la Grande Jacquerie? Empezó el 28 de mayo de 1358 y duró dos semanas, hasta mediados de junio de 1358. Ocurrió en la Baja Edad Media, en un contexto histórico conocido como crisis del siglo XIV. Reinaba en Francia por aquel entonces Juan II el Bueno, siendo regente el Delfín Carlos.

¿Dónde ocurrió la Grande Jacquerie? En Francia. De forma más concreta, los hechos principales de la rebelión se dieron en las regiones francesas de Isla de Francia y Baja Normandía.

¿Quién dirigió la Jacquerie de 1358? Aunque realmente la Grande Jacquerie no tuvo una organización militar o política, los líderes campesinos más destacados fueron Guillermo de Calle  (Guillaume Caillet) y Jean Valiant.

¿De dónde viene el nombre de Jacquerie? ¿Qué significa Jcaquerie?

La Jacquerie proviene del nombre «Jacques Bonhomme«. Este era el término con el cual los nobles franceses llamaban a sus siervos y a los campesinos de forma despectiva. Jean Froissart, cronista medieval, los llamó así en sus Crónicas. Otra referencia a este nombre viene de la crónica de Jean de Venette. En su crónica cuenta que este nombre fue atribuido por los nobles a los siervos para ridiculizarlos.

A su vez, el nombre Jacques Bonhomme provenía de la chaqueta que llevaban habitualmente los campesinos y los siervos, cuyo nombre era jacque. El apellido Bonhomme, traducido como hombre, amigo o compañero, era el apellido despectivo que empleaban, dejando entrever que ni eran buenos hombres ni eran amigos.

Causas de la Grande Jaquerie

Para analizar las posibles causas remotas de este acontecimiento hay que remontarse a la crisis del siglo XIV existente en Europa Occidental, que contrastaba con el periodo de crecimiento de los tres siglos anteriores. Pero en resumen hay tres causas principales para la revuelta:

  • La Peste Negra. A mediados del siglo XIV en Francia se notaba todavía los estragos de la Peste Negra, que había incrementado de manera notable la mortalidad y causó un descenso demográfico.
  • El hambre. En el año 1358 hubo un periodo de hambruna provocada por una climatología adversa, una alta inflación, un descenso de los precios agrarios y una subida de salarios debido a la escasez de mano de obra que traía como consecuencia un incremento de los costes de alimentos y una mayor hambruna.
  • La guerra. Francia estaba envuelta en la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra, que afectaba especialmente a la zona de Normandía y la Isla de Francia debido a las continuas incursiones de las tropas inglesas que saqueaban y robaban a los campesinos. Este hecho enfadaba al campesinado que veía que la nobleza no desempeñaba correctamente su papel de protectora del campesinado y veían al delfín incapaz de dirigir la guerra contra los ingleses.

En consecuencia, la acción conjunta de esos tres factores principales (peste, hambre y guerra) ocasionó un creciente malestar en la población.

La mecha que encendió la llama de la revuelta fue la lucha entre el delfín Carlos y Étienne Marcel, líder de los mercaderes parisienses enfrentados al gobierno. Una orden promulgada el 14 de mayo de 1358 por la que se pedía la consolidación o destrucción de plazas fuertes señoriales fue la que desencadenó la revuelta, ya que parte de la población ya molesta con la nobleza interpretó la medida como un endurecimiento de la autoridad señorial.

Los sucesos de la revuelta de la Jacquerie

La Grande Jacquerie estalló el día 28 de mayo de 1358 en varios lugares a la vez, lo que ponía de manifiesto la buena coordinación de la misma por parte de sus dirigentes. Los líderes más carismáticos de la revuelta fueron Guillermo de Calle y Jean Valiant.

Durante quince días, los rebeldes emprendieron una destrucción de propiedades de la nobleza, siendo numerosos los robos, incendios y destrucción de castillos y casas fuertes. El grado de violencia, tal y como cuentan las crónicas, fue elevado.

Esta revuelta campesina tuvo lugar en la región francesa conocida como Isla de Francia, extendiéndose también a la Baja Normandía. Estas regiones tenían un predominio de cultivo cerealista, por lo que se entiende que la rebelión de los campesinos fuera aquí. Dentro de estas regiones, la violencia fue relevante en una pequeña población llamada Saint-Leu-d’Esserent. También fueron violentos los brotes rebeldes en las poblaciones de Ruan y Reims.

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Figura 1. Ilustración de la Grande Jacquerie. Anónimo. Fuente: Wikimedia Commons

Dos semanas después del estallido de la revuelta cambió el panorama. Carlos II el Malo, rey de Navarra, fue requerido por los nobles para sofocar la rebelión, que empezaba a ser peligrosa y que había destruido muchas propiedades de la nobleza.

Carlos II el Malo formó un ejército de mercenarios, en su mayoría ingleses y preparó una emboscada al líder Guillermo de Calle. Le invitó a parlamentar, pero en lugar de ello, le apresó, le torturó y le ejecutó. Al no ser un miembro de la nobleza, no se le aplicaron códigos y reglas de caballeros. Al fin y al cabo, para la nobleza sólo «era un siervo, un plebeyo».

Tras este hecho, el ejército liderado por Carlos II el Malo aplastó la rebelión. Los nobles consiguieron recuperar terreno y se vengaron terriblemente de los rebeldes, asesinando a cuantos caían en sus manos.

Durante los dos meses posteriores se inició una brutal represión contra los campesinos y los pueblos que los habían apoyado, como Meux, donde fueron asesinados todos sus habitantes y fueron quemadas todas sus casas.

El 10 de agosto de 1358 el Delfín Carlos (que después sería Carlos V de Francia), que había estado a punto de huir al inicio de la revuelta, perdonó a todos los involucrados en los hechos. A partir de entonces se estableció algo similar a la paz, intentando apaciguar el crispado ambiente que se había creado para así poder continuar la lucha contra Inglaterra.

Consecuencias de la Jacquerie de 1358.

La Jacquerie pasó a formar parte de la memoria histórica y cultural del pueblo francés. Su recuerdo fue tal que a partir de entonces el nombre de Jacquerie pasó a ser el nombre con el cual se llamaba a las revueltas campesinas en Francia.

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Figura 2. Miniatura de la represión de la nobleza en la Grande Jacquerie. Autor: Jean Froissart. Fuente: Wikimedia Commons

Por otro lado, la dura represión pacificó la región durante décadas. No obstante, el descontento campesino permanecía. Asimismo, la rebelión fue un ejemplo para otras regiones europeas, en las cuales también hubieron rebeliones durante el período de crisis del siglo XIV.

Finalmente, a raíz de este hecho, nació en la región de París un bandolerismo que aprovechó la falta de autoridad en la zona y las luchas internas existentes en Francia para sembrar el terror en la zona hasta mediados del siglo XV.

Las Crónicas de Jean Froissart

Las Crónicas del francés Jean Froissart es una de las principales fuentes para conocer los sucesos que ocurrieron en La Grande Jacquerie. De hecho, te dejaré una parte del texto de su crónica para que leas como contó Froissart la rebelión campesina de La Grande Jacquerie.

Jean Froissart (c. 1337 – 1404) fue uno de los cronistas más importantes de la Europa Medieval y uno de los primeros cronistas de guerra al narrar los acontecimientos de la Guerra de los Cien Años. Nació en Valenciennes (Francia) y vivió la mayor parte de su vida durante el siglo XIV.

Inició sus crónicas en Francia, donde escribió su primer libro de Crónicas donde narra, entre otros sucesos, los acontecimientos de la revuelta de La Grande Jacquerie.  Posteriormente viajó a otros países como Inglaterra, Flandes o Castilla, donde obtendrá fuentes de información de primera mano para continuar escribiendo sus obras.

Como cronista, fue un escritor que narraba acontecimientos, ocupando un cargo oficial para esas funciones bajo la protección de gente de la nobleza. Esta protección se notará en su parcialidad en la narración de los sucesos, como puedes comprobar en la narración sobre La Jacquerie.

La Grande Jacquerie según las crónicas de Jean Froissart

Al poco tiempo de la liberación del rey de Navarra se produjo una gran agitación en diversas partes de Francia: el Beauvaisis, Brie, riberas del Mame, región de Laon, Valois, Coucy y cercanías de Soissons. Las gentes de las aldeas se reunieron al principio no pasando de cien. Decían que todos los nobles de Francia, caballeros y escuderos eran traidores al reino y sería por tanto beneficioso exterminarlos. Todos gritaban: «Verdad es, verdad es; maldito sea el que se oponga a que todos los gentileshombres sean destruídos.»

Luego se pusieron en marcha, sin otro acuerdo ni más armas que bastones herrados y cuchillos, hacia la casa de un caballero que vivía cerca de allí. Penetraron en la casa, mataron al caballero, a su mujer y a sus hijos, pequeños y grandes, e incendiaron la casa [ … ].

Lo mismo hicieron en otros castillos y buenas casas. Los agitadores crecieron tanto que llegaron a seis mil. Por todos los lugares por donde pasaban, su número crecía, ya que se les unían gentes de su condición, de la misma forma que caballeros y escuderos abandonaban sus casas con sus mujeres e hijos; trasladaban a las mujeres, jóvenes y niños hasta diez o veinte leguas de distancia, dejando abandonadas sus casas con todos los enseres dentro. Y estas gentes malvadas, sin jefes ni armas robaban y destruían todo, matando a todos los nobles, forzando a damas y jóvenes sin piedad ni merced, como perros rabiosos.

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Figura 3. Foto de estatua de Jean Froissart en el Louvre. Fuente: Wikimedia Commons

Ciertamente, nunca se vio entre cristianos, ni sarracenos, semejante locura como la de estos malvados [ … ]. Quemaron y abatieron en todo el Beauvaisis y los alrededores de Corbie, Amiens y Montdidier, más de sesenta buenas casas y castillos [ … ] De forma semejante se condujeron las gentes entre París y Soissons y entre Soissons y Ham, en Vermandois y por toda la tierra de Couci. En ésta y en los obispados de Laon, Soissons y Noyon fueron destruidos más de cien castillos y casas de caballeros y escuderos y mataron a todos los que encontraron en ellos. Pero Dios, con su misericordia puso remedio a esto de la siguiente forma.

Cuando los gentileshombres del Beauvaisis, Corbesis, Vermandois y Valois y de las tierras devastadas por estos malvados vieron sus casas destruidas y sus amigos muertos, pidieron ayuda a sus amigos de Flandes, Henault, Brabante y Hesbaye. Acudieron enseguida muchos de todas partes. Estos extranjeros se unieron a los nobles del país que los habían llamado. Comenzaron a matar y destrozar a estas gentes sin piedad, y a ahorcarlos por multitudes en los árboles, en los sitios donde los encontraban. Asimismo, el rey de Navarra mató en un solo día a tres mil cerca de Clermont en el Beauvaisis [ … ].

Otras crisis del siglo XIV

A pesar de sus particularidades, la revuelta de la Jacquerie no fue la única que existió en Europa durante el siglo XIV. Teniendo como telón de fondo de la crisis del siglo XIV, se produjeron otras revueltas campesinas en Flandes entre los años 1324 y 1328 y unas inglesas en el año 1381.  Asimismo se produjeron otras revueltas en las ciudades, como las de Florencia en 1378, la de París en 1382 u otras en Gante y Brujas.

Si bien estos hechos no fueron más allá de las simples revueltas y no fueron un fenómeno generalizado, de forma particular en Francia, la Grande Jacquerie dejó un legado de odio y temor entre clases, simbolizado por la manera en que en lo sucesivo se relacionó su nombre con otras rebeliones, de tal forma que algunos autores lo ven como un preludio a lo que sucedería durante la Revolución Francesa varios siglos después.

Conclusión

La Jacquerie es un hecho histórico que permite conocer de qué forma afectó a la población francesa la crisis del siglo XIV y la Guerra de los Cien Años. También nos permite conocer y observar las diferencias sociales durante la Edad Media, que en algunos casos producía brotes violentos debido al descontento del pueblo llano.

Por otro lado, es interesante leer el texto del cronista Froissart. A partir de su lectura se observa como Froissart da una visión un tanto partidista a la hora de narrar el hecho, demonizando al campesinado y manteniendo una posición favorable respecto la nobleza. Ello es así porque el mismo Froissart era amparado y financiado por este estamento.

No obstante, leer su crónica es interesante ya que narra de primera mano hechos ocurridos durante el siglo XIV, siendo relevante por la importancia de Froissart como cronista de acontecimientos durante la Edad Media.

Bibliografía

Claramunt, S.; Portela, E.; González, M.; Mitre, E. 2014. Historia de la Edad Media. Ariel. Barcelona.

Froissart, J. 1988.  Crónicas. Siruela. Madrid.

Montanelli, I. 2014. Historia de la Edad Media. DeBolsillo. Madrid

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Jose Palanca

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